REFLEXION-ANDO SOBRE EDUCACIÓN
Por: Alfredo Torres Chávez
La experiencia de la práctica educativa como asesor técnico pedagógico, en el Centro de Maestros, en Educación Especial, y en escuelas regulares a través del acompañamiento y seguimiento brindando a los colectivos escolares, han dado cuenta en la observación de la importancia que tiene el desarrollo de la información continua y superación profesional de los docentes, ya que permite la interacción de conocimientos y experiencias educativas, así como el crecimiento profesional para favorecer la actuación cotidiana.
Cuando hablamos de educación es preciso puntualizar que por ley estamos obligados a atender a todos los niños y las niñas, no importa su condición de ninguna y para ello nos atenemos a ser personal personal con preparación y experiencia que atienda los problemas en el aula y en la escuela regular, los que sean pues no hay grupos homogéneos. El aula y la escuela son heterogéneos por naturaleza, y algunas líneas no son suficientes para señalarlo, así apuntamos: ritmos de aprendizaje, estratos diversos de la familia de donde provienen, situaciones de conducta, violencia intrafamiliar, desintegración, los propios de atención especial como son los alumnos sordos, ciegos, con autismo, hidrocefalia, con necesidades de aprender el modelo bilingüe, manejar el sistema Braille, menores con déficit de atención, alguna otra discapacidad o con necesidades educativas especiales, violencia en casa, alcohol... y más. No es propósito ahora hacer clasificaciones, o de definir si estamos en el tema de inclusión o integración educativa, la conversación es en el sentido de reflexionar en nuestras necesidades formativas como docentes y la respuesta que podemos esperar a eso.
El maestro común se preocupa por el aprendizaje de sus alumnos, asiste a cursos cuando es convocado para ello, pero cómo encontrar respuestas de forma inmediata para esa atención preferentemente de manera práctica y no teórica y poner en ejercicio la inclusión de todos, es una primera pregunta. Muchas veces habrá que esperar a que llegue el curso conveniente, y conveniente que responda a lo que necesitamos para dar atención a esa heterogeneidad, sobre todo sino hay en la escuela un maestro de apoyo de educación especial, aunque vale la pena afirmar que el apoyo de la USAER no es especialista de todas las especialidades y problemáticas y no tiene las respuestas que buscamos, las que se viven en el aula. Los más afortunados estudiaron una especialidad. Por esto la importancia de los cursos de formación continua que permitan cubrir esas necesidades formativas que surgen cuando el alumno ya llegó al grupo en medio de esa diversidad, es decir de inmediato queremos respuestas, no esperar la convocatoria para cursos cada año, hay que planear para el desarrollo y evaluar los aprendizajes y en medio de ello cómo favorecer el desarrollo de las competencias de los alumnos con la naturaleza de enfrentar un currículum para todos y que debemos adecuar.
La desarticulación de programas
Los programas educativos, los niveles, los proyectos, al momento de presentar acciones, o los ejercicios de evaluación, damos a conocer avances, logros y nuestros mejores resultados, con fotografías, o gráficos y sobra decir que nos sentimos bien de eso con relación a los años anteriores, pero la primera reflexión que hacemos es que en los programas partimos de la hipótesis de que con nuestra intervención los resultados educativos serán mejores, el punto es que no estamos articulando entre sí, nuestras estrategias no incluyen el trabajo colaborativo salvo excepciones. La segunda reflexión la hacemos dado que, todos o la mayoría de programas ofrecemos en nuestras actividades (incluyendo eventualmente a las Supervisiones Escolares que acuerdan en Consejo Técnico) un curso, una conferencia o un taller, es tanto como que al mismo tiempo nos dedicamos a la formación de docentes, en temas de lectura, de educación de calidad, de educación inclusiva, gestión, liderazgo, computación, enfoques de programas, amén de la diversidad de temas que la Coordinación Estatal de Formación Continua y Superación Profesional hace a través de las convocatorias, de origen nacionales y/o estatales. La tercera reflexión responde al análisis de la realidad que de manera cotidiana tiene que enfrentar el docente frente a grupo y no encuentra las respuestas a sus inquietudes de manera inmediata y al momento de la publicación de las convocatorias si los cursos no son obligatorios y dentro del horario de su jornada laboral, puede el maestro decidir en no participar, como dan cuenta las cifras oficiales del tema de referencia.
A manera de conclusión habrá que reconocer la inexistencia de fórmulas mágicas para solucionar las dificultades educativas, sin embargo, no obstante a los anterior, planteamos: A) Que los programas estratégicos empiecen por establecer mecanismos para la puesta en práctica de primeros acuerdos, ejemplo puede ser que los docentes y directivos que se beneficien de programas con apoyo económico, tengan el compromiso de presentar al igual que la rendición de cuentas en ámbito financiero, la rendición de cuentas técnico pedagógicas, con las constancias de participación en al menos un curso de formación continua y acreditar un examen nacional, con estímulo económico con escuelas que reúnan la mitad de maestros certificados y que se reflejen en puntaje de la prueba enlace; para garantizar la formación de los ATP's, comisionados en programa, estos presentarán, para conservar la permanencia en la función, las mismas acreditaciones y conformar regionalmente un comité de representantes de programas para la articulación, acuerdos y toma de decisiones que favorezca la regulación de recursos y la vigilancia de la agenda regional mensual sustentada en los compromisos asumidos derivados necesariamente de los resultados de la prueba enlace, de los PAT de las escuelas en que se desempeñan y de los diagnósticos construidos regionalmente. B) Constituir la asesoría y consultoría mediante recursos electrónicos por cada programa estratégico, además de una cuenta de correo electrónico para atender lo propio a través de equipos técnicos de zona y directoras (es) de educación especial y a través de ese medio los maestros acudan para responder sus dudas ante casos y situaciones, C) Los programas no debemos defender, como portadores de la única verdad nuestra oferta, debemos dar a cada docente y a cada escuela lo que formativamente necesita, es decir lo que son sus necesidades de aprender para atender a sus alumnos, atender esa diversidad que siempre será diversidad y debe adecuar a ellos el curriculum. En fin, seguimos en la reflexión.
Cuando hablamos de educación es preciso puntualizar que por ley estamos obligados a atender a todos los niños y las niñas, no importa su condición de ninguna y para ello nos atenemos a ser personal personal con preparación y experiencia que atienda los problemas en el aula y en la escuela regular, los que sean pues no hay grupos homogéneos. El aula y la escuela son heterogéneos por naturaleza, y algunas líneas no son suficientes para señalarlo, así apuntamos: ritmos de aprendizaje, estratos diversos de la familia de donde provienen, situaciones de conducta, violencia intrafamiliar, desintegración, los propios de atención especial como son los alumnos sordos, ciegos, con autismo, hidrocefalia, con necesidades de aprender el modelo bilingüe, manejar el sistema Braille, menores con déficit de atención, alguna otra discapacidad o con necesidades educativas especiales, violencia en casa, alcohol... y más. No es propósito ahora hacer clasificaciones, o de definir si estamos en el tema de inclusión o integración educativa, la conversación es en el sentido de reflexionar en nuestras necesidades formativas como docentes y la respuesta que podemos esperar a eso.
El maestro común se preocupa por el aprendizaje de sus alumnos, asiste a cursos cuando es convocado para ello, pero cómo encontrar respuestas de forma inmediata para esa atención preferentemente de manera práctica y no teórica y poner en ejercicio la inclusión de todos, es una primera pregunta. Muchas veces habrá que esperar a que llegue el curso conveniente, y conveniente que responda a lo que necesitamos para dar atención a esa heterogeneidad, sobre todo sino hay en la escuela un maestro de apoyo de educación especial, aunque vale la pena afirmar que el apoyo de la USAER no es especialista de todas las especialidades y problemáticas y no tiene las respuestas que buscamos, las que se viven en el aula. Los más afortunados estudiaron una especialidad. Por esto la importancia de los cursos de formación continua que permitan cubrir esas necesidades formativas que surgen cuando el alumno ya llegó al grupo en medio de esa diversidad, es decir de inmediato queremos respuestas, no esperar la convocatoria para cursos cada año, hay que planear para el desarrollo y evaluar los aprendizajes y en medio de ello cómo favorecer el desarrollo de las competencias de los alumnos con la naturaleza de enfrentar un currículum para todos y que debemos adecuar.La desarticulación de programas
Los programas educativos, los niveles, los proyectos, al momento de presentar acciones, o los ejercicios de evaluación, damos a conocer avances, logros y nuestros mejores resultados, con fotografías, o gráficos y sobra decir que nos sentimos bien de eso con relación a los años anteriores, pero la primera reflexión que hacemos es que en los programas partimos de la hipótesis de que con nuestra intervención los resultados educativos serán mejores, el punto es que no estamos articulando entre sí, nuestras estrategias no incluyen el trabajo colaborativo salvo excepciones. La segunda reflexión la hacemos dado que, todos o la mayoría de programas ofrecemos en nuestras actividades (incluyendo eventualmente a las Supervisiones Escolares que acuerdan en Consejo Técnico) un curso, una conferencia o un taller, es tanto como que al mismo tiempo nos dedicamos a la formación de docentes, en temas de lectura, de educación de calidad, de educación inclusiva, gestión, liderazgo, computación, enfoques de programas, amén de la diversidad de temas que la Coordinación Estatal de Formación Continua y Superación Profesional hace a través de las convocatorias, de origen nacionales y/o estatales. La tercera reflexión responde al análisis de la realidad que de manera cotidiana tiene que enfrentar el docente frente a grupo y no encuentra las respuestas a sus inquietudes de manera inmediata y al momento de la publicación de las convocatorias si los cursos no son obligatorios y dentro del horario de su jornada laboral, puede el maestro decidir en no participar, como dan cuenta las cifras oficiales del tema de referencia.
A manera de conclusión habrá que reconocer la inexistencia de fórmulas mágicas para solucionar las dificultades educativas, sin embargo, no obstante a los anterior, planteamos: A) Que los programas estratégicos empiecen por establecer mecanismos para la puesta en práctica de primeros acuerdos, ejemplo puede ser que los docentes y directivos que se beneficien de programas con apoyo económico, tengan el compromiso de presentar al igual que la rendición de cuentas en ámbito financiero, la rendición de cuentas técnico pedagógicas, con las constancias de participación en al menos un curso de formación continua y acreditar un examen nacional, con estímulo económico con escuelas que reúnan la mitad de maestros certificados y que se reflejen en puntaje de la prueba enlace; para garantizar la formación de los ATP's, comisionados en programa, estos presentarán, para conservar la permanencia en la función, las mismas acreditaciones y conformar regionalmente un comité de representantes de programas para la articulación, acuerdos y toma de decisiones que favorezca la regulación de recursos y la vigilancia de la agenda regional mensual sustentada en los compromisos asumidos derivados necesariamente de los resultados de la prueba enlace, de los PAT de las escuelas en que se desempeñan y de los diagnósticos construidos regionalmente. B) Constituir la asesoría y consultoría mediante recursos electrónicos por cada programa estratégico, además de una cuenta de correo electrónico para atender lo propio a través de equipos técnicos de zona y directoras (es) de educación especial y a través de ese medio los maestros acudan para responder sus dudas ante casos y situaciones, C) Los programas no debemos defender, como portadores de la única verdad nuestra oferta, debemos dar a cada docente y a cada escuela lo que formativamente necesita, es decir lo que son sus necesidades de aprender para atender a sus alumnos, atender esa diversidad que siempre será diversidad y debe adecuar a ellos el curriculum. En fin, seguimos en la reflexión.
